/// Por Alejandra Burgos @aleburggos El informe Modelos Climáticos, realizado por especialistas convocados por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, pone la lupa sobre el territorio argentino. El informe, que tiene como marco la Tercera Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, fue elaborado durante nueve meses de trabajo y representa un material único en materia climática por su especificidad y por su utilidad como herramienta para estudios posteriores. En Espacio Natural conversamos con Carolina Vera, investigadora del CONICET, docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y, ex directora del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmosfera (CIMA). Carolina estuvo a cargo de coordinar el informe Modelos Climáticos junto a Vicente Barros. Charlamos con ella para contarte sobre la importancia de esta investigación. Nuestro país asumió una serie de obligaciones al ratificar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), a través de la ley 24.295, en el año 1994. Entre ellas se encuentra informar los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero, programas nacionales que contengan medidas para mitigar y facilitar la adecuada adaptación al cambio climático, como así también cualquier otra información relevante para el logro del objetivo de la CMNUCC. Todo ello se resume en la elaboración y presentación de una comunicación nacional, como fuere establecido en los artículos 4 y 12 de la CMNUCC. El Gobierno elevó su primera comunicación en 1997, una versión revisada de la misma en 1999 y, la segunda comunicación nacional en el año 2007. El proceso de elaboración de la tercera comunicación llevó a la Secretaría de Ambiente a convocar a los especialistas Carolina Vera y Vicente Barros, quienes armaron un equipo de trabajo con investigadores de distintas instituciones para estudiar en profundidad el clima a nivel nacional. “La evaluación que tiene el informe y las distintas conclusiones surgen de una combinación de información que analizamos sobre datos observados en el clima pasado de los últimos 50 años, para estimar tendencias. Luego analizamos diferentes proyecciones del clima futuro, que realizamos a partir de simulaciones de distintos modelos. De modo que se logró una evaluación de las tendencias del clima desde la segunda mitad del siglo XX y una proyección del clima futuro, siglo XXI”, explica Carolina Vera. Asimismo, nos cuenta que se desarrolló una base de datos con acceso abierto y público por internet que contiene información relevante para los estudios de impacto del cambio climático, tanto del clima observado como del proyectado. La investigación El estudio analizó el territorio argentino dividido en cuatro regiones, que se establecieron de manera tal que cada provincia quedara dentro de una sola región. Misiones, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires integran la región húmeda; La Pampa, San Luis, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco y Formosa conforman la región centro; Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy componen la región andina; Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, la Antártida e Islas del Atlántico Sur forman la región patagónica. En la mitad norte del país la temperatura media aumentó medio grado. Este ascenso puede deberse a procesos internos del sistema climático, como cambios en la circulación atmosférica que logran exacerbar regionalmente el impacto del calentamiento global. Como contraparte, en la Patagonia el aumento durante 1960-2010 llega a superar un grado en algunas zonas. Al respecto, el informe afirma: “El calentamiento en particular en la zona andina parece haber efectivamente tenido lugar dada la generalizada retirada de los glaciares existentes en esa región”. En la mayor parte del país, hubo una reducción en el número de días con heladas, con el potencial beneficio para la producción agrícola. Asimismo, se afirma que las olas de calor aumentaron considerablemente en el norte y en el este del país. En este punto, el informe señala: “Estos eventos, una de cuyas manifestaciones más severas se produjo recientemente en diciembre de 2013, evidencian la necesidad de activas políticas de adaptación por parte de los gobiernos a escala local, provincial y nacional y de la sociedad en su conjunto. En particular, resultaría importante mejorar y fortalecer los actuales sistemas de alerta, prevención y respuesta”. El estudio de los últimos 50 años expone que las precipitaciones aumentaron en casi todo el territorio. Los mayores aumentos se dieron en el este, con más de 200 mm para algunas zonas, y facilitaron, en algunos casos, la expansión de la frontera agrícola hacia el oeste. También muestra que se registró un cambio en la prolongación del período seco invernal en el oeste y el norte: “Esto podría estar generando problemas en la disponibilidad de agua para las poblaciones, condiciones más favorables para incendios incontrolados de bosques y pasturas, así como condiciones de estrés sobre la actividad ganadera”, postula. Por su parte, las perspectivas climáticas futuras estiman comportamientos similares. Las temperaturas medias aumentarán en todo el país, con una tendencia más alta hacia el fin de siglo, teniendo en cuenta un escenario con mayores emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Se estima que serán más frecuentes las temperaturas extremas, en las próximas décadas aumentarían de medio a un grado en todo el país: “El aumento de la temperatura proyectado es mayor en el norte que en el sur, con un máximo en el noroeste de más de 3,5°C que se prolonga hacia el sur en los escenarios de mayor calentamiento llegando hasta el centro de la Patagonia”, sostiene el informe. Rumbo a París Se acercan momentos decisivos en cuestiones de cambio climático. En los próximos meses, Argentina deberá presentar sus Contribuciones Previstas y Determinadas a nivel Nacional –INDC según sus siglas en inglés– ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, de cara a la Conferencia de las Partes (COP21) que tendrá lugar en París a fines de año. Las INDC son un conjunto de propuestas que cada uno de los países asume como compromiso a fin de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo a sus realidades nacionales. Estas propuestas pueden estar orientadas hacia acciones de mitigación como también a compromisos en adaptación, financiación, desarrollo de capacidades y transferencia tecnológica. En su totalidad, las INDC presentadas, constituirán un indicador del esfuerzo que la comunidad internacional se propone efectuar en materia de cambio climático. Asimismo, permitirán conocer si la ambición global está a la altura del desafío que supone reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de los 2ºC. En este escenario global, adquiere relevancia el informe Modelos Climáticos: “Este estudio es uno de los que van a conformar la Tercera Comunicación Nacional, que representa la palabra oficial sobre cambio climático en la Argentina. Esencialmente nuestro estudio significa sentar las posiciones de nuestro país para las estrategias de adaptación”, dice Carolina Vera. Y agrega: “También es un buen insumo para el Gobierno Nacional, para los gobiernos provinciales y locales ya que allí se encuentran bien identificadas las señales climáticas que afectan a los distintas regiones. Se pueden definir estrategias para mitigar los efectos adversos, pero también para tomar ventaja de nuevas oportunidades que surgen. Te doy un par de ejemplos. Por un lado el informe detalla que se puede saber, con la información actual, como están cambiando los eventos extremos de precipitaciones y temperaturas. Entonces ese insumo permitiría definir nuevas estrategias de cómo, a través de actividades estructurales, se puede mitigar por ejemplo el efecto adverso de las inundaciones. Por otro lado, nos ocupamos de corregir y validar todos los modelos globales climáticos disponibles y definimos qué subconjunto de modelos es mejor usar para cada región. Entonces si alguien quiere estudiar el cambio en la distribución geográfica de una determinada especie animal, puede ingresar a la aplicación y encontrar información sobre la zona que requiera, basada en observación y simulación mediante modelos computacionales probados. No tiene que ponerse a evaluar qué modelo debe usar y, además, sabe que ya fueron validados y calibrados. Esto es inédito, no se hizo nunca”, asevera. Fuente consultada: nex.exactas.uba.ar Para más información visitá 3cn.cima.fcen.uba.ar Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable ambiente.gov.ar TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR>>
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