/// Por Alejandra Burgos @aleburggos París, Francia – Ante un posible riesgo de la inclusión de los derechos humanos en el texto de negociación, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), convocó a todos los países de américa a sumar sus esfuerzos para que éstos se incorporen como parte integral del acuerdo que está siendo tratado en estos momentos en la Cumbre Climática de la ONU, en París. Mediante un comunicado de prensa, la CIDH expresó su preocupación por los graves daños que implica el cambio climático en el goce universal de los derechos humanos, y llamó a todos los miembros de la Organización de Estados Americanos a trabajar para que los derechos humanos se incorporen en el acuerdo de manera integral. “Las consecuencias del cambio climático ocasionan muertes, lesiones, desplazamiento de personas y comunidades por desastres y eventos tales como ciclones tropicales, tornados, olas de calor y sequías. Hemos recibido cientos de casos relacionados con conflictos de tierras, agua y amenazas a la soberanía alimentaria que evidencian que el cambio climático es una realidad que está afectando el disfrute de los derechos humanos en la región”, expresa el documento. El cambio climático afectará más gravemente las vidas de quienes que ya están en mayor situación de vulnerabilidad y quienes son los más afectados también en el goce de sus derechos humanos, incluyendo las mujeres, los niños y niñas, las comunidades rurales, los adultos mayores y las personas en situación de pobreza. Asimismo, el cambio climático tiene un impacto especial sobre los pueblos indígenas, cuyas tierras, territorios y recursos naturales quedarán bajo riesgo directo. Algunas personas y comunidades se verán forzadas a migrar y aquellos que no tengan las oportunidades de hacerlo pueden resultar atrapados en situaciones de peligro ambiental. Consultada por esta cuestión, la abogada especialista en derechos humanos, María José Veramendi, le dijo a Espacio Natural: “Nosotros llegamos aquí con mucha esperanza de que se pueda lograr un acuerdo que sea vinculante y que sobre todo, desde el punto de vista que nosotros estamos siguiendo en este momento, sea un acuerdo que incluya un lenguaje operativo en materia de derechos humanos, que se piense en cuál es el verdadero propósito de este acuerdo”. Lo cierto es que por estas horas, la inclusión de los derechos humanos en el acuerdo está en riego. En estos momentos se discute en sesiones a puertas cerradas el artículo del texto que refiere a esta temática. “Hay países que han apoyado muchísimo que se mantenga la inclusión de los derechos humanos en la parte operativa del texto, dado que si están solo en la parte del Preámbulo es una declaración de buenas intenciones pero lo que realmente necesitamos es operativizarlo. Hay países que apoyan esto pero hay otros que son detractores y son por quienes se está poniendo en riesgo el asunto. Entonces saber cuál es el estado actual en este mismo momento, es complicado”, señala María José Veramendi. Y continúa: “Entendemos que son sesiones extenuantes porque se están discutiendo al mismo tiempo varios aspectos, pero resulta bastante frustrante que sean sesiones a puerta cerrada porque la forma que tiene la sociedad civil de ejercer su derecho a la participación es teniendo acceso a la información que, a su vez, es también otro derecho humano. Realmente estas cuestiones son clave y estamos todo el tiempo a la expectativa”. Los derechos humanos han sido ampliamente discutidos en la Convención Climática de las Naciones Unidas, pero todavía no hay consenso de cómo deben incluirse en el acuerdo final. Países como Costa Rica, México, Chile, Perú y Guatemala apoyan que sea un aspecto clave en el proceso, pero que también su protección sea parte del propósito del acuerdo. Para asegurar un verdadero impacto, el nuevo acuerdo climático debe incluir la referencia al respeto, garantía, promoción y cumplimiento de los derechos humanos tanto en el Preámbulo como en la parte operativa. Lejos de ser un tratado únicamente para limitar las emisiones de carbono a nivel mundial, el acuerdo tiene como fin último defender la calidad de vida de las personas alrededor del mundo. Es en lo que debería basarse la transición hacia un desarrollo sostenible tanto para el planeta como para los seres humanos. TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR » |