/// Por Espacio Natural @espacionattural Agosto comenzó con fuertes lluvias que afectan a varias zonas de la provincia de Buenos Aires. En este marco, nos parece oportuno abrir el debate sobre uno de los recursos naturales más preciados: El agua. También la lluvia es una película dentro de otra película. Dirigida por la española Icíar Bollaín, cuenta la historia del rodaje de un filme de época que se propone hablar sobre Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Fue filmada en el año 2010, en la selva del Chapare y en la ciudad de Cochabamba, Bolivia. Sebastián (Gael Garcia Bernal), director de la película, pretende desmitificar al personaje de Colón presentándolo como un hombre ambicioso y sin escrúpulos. Por su parte, Costa (Luis Tosar), el productor, sólo está preocupado por ajustar el rodaje al modesto presupuesto del que disponen, y precisamente por ese motivo es que elige filmar en Bolivia, uno de los países más baratos y con mayor población indígena de todo Hispanoamérica. La película se rueda en Cochabamba, donde la privatización y venta del agua a una multinacional de origen estadounidense siembra entre la población un malestar tal que hará estallar la tristemente famosa Guerra Boliviana del Agua, que tuvo lugar en abril del año 2000. Quinientos años después del descubrimiento de América, palos y piedras se enfrentaron de nuevo al acero y la pólvora de un ejército moderno. Las protestas de trabajadores y campesinos, las huelgas y manifestaciones dejaron a la ciudad de Cochabamba aislada durante varios días, después de que la compañía Bechtel intentara subir de manera disparatada el precio del agua (un 300%). La dimensión de la protesta fue tal que Bechtel abandonó el mercado boliviano, el contrato del agua quedó cancelado y se instaló una nueva compañía bajo control público. TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR » |